Mis 10 lecciones del proceso de autopublicación En la Calle Mayor.

miércoles, 13 de abril de 2016



Estas son las primeras lecciones aprendidas durante el proceso de autopublicación En la Calle Mayor

Aunque acabo de empezar, aunque queda todo por hacer, me apetece compartirlas contigo.

1. La autopublicación me ha regalado la libertad de decidir sobre todos los aspectos del libro: desde la portada hasta el precio, desde las acciones de promoción hasta la fecha de publicación.
2. A cambio, la autopublicación ha implicado una gran responsabilidad y mucho trabajo. Conviene ser humilde, aprender de los errores, ser capaz de delegar y sobre todo confiar en aquellas personas que saben más y que quieren ayudar.
3. La autopublicación me ha ayudado a creer más en mi misma, a demostrarme en cierto modo que era capaz de mostrarme a pesar de los miedos.
4. Veo ahora la autopublicación como un camino más para llegar al mismo objetivo: poner un libro a disposición de los lectores para que ellos decidan si les gusta o no. A los lectores con los que he estado les ha dado igual que el libro haya sido publicado por editorial o no. Cuando yo me sentía inferior al no haber sido “elegida por una editorial”, el lector al contrario, me animaba y me felicitaba por haber sido tan valiente y haber demostrado tanta ilusión a pesar de las dificultades.
5. Me ha sorprendido ver que muchas son las personas que todavía prefieren el papel al libro digital, que agradecen y valoran que el libro esté dedicado.
6. Me ha encantado comprobar que el libro ha sido adquirido en papel tanto por chicas jóvenes de 16 años,  como por señores mayores de más de 60.
7. Y es que cuando el libro sale a la luz y emprende su propio viaje, su propia vida, el libro deja de ser de la escritora para pertenecer al lector. Me veía leída por madres y profesoras, por un público más bien femenino. Tengo que cambiar algunas creencias erróneas.
8. Un regalo de este proceso está siendo conocer a los lectores cara a cara, hablar con ellos, recibir sus mensajes por email.
9. Otro regalo, entablar relación con otros escritores y compartir con ellos parte del proceso vivido y aprendido. Sentirme cada día un poco más escritora.
10. Pero el mayor regalo de todo este proceso es haber sido capaz de cumplir mi sueño, y de ser así en cierto modo ejemplo para mis hijos: “Enhorabuena Ama” me dicen sus nueve años. “Los sueños están para cumplirse” le respondo yo.

Y mientras preparo acciones de promoción, comienzo la traducción al francés y me documento para los nuevos libros, me dejo llevar por la magia de la vida. Después de haber dado la mejor versión de mí misma, tranquila y sosegada, dejo que fluyan los días y confío.

Un abrazo fuerte
Vir