Mi madre me enseñó a leer con 4 años. No recuerdo haber
dejado de leer en toda mi vida. Los libros han formado siempre parte de mí, ya
no como libros meros objetos, sino como verdaderos amigos que han acompañado en
muchos momentos mi soledad.
Con 11 años, cuando empecé sexto me lancé con La
historia interminable de Michael Ende.
Lo tuve que dejar.
No entendía, se me hacía pesado.
En realidad no estaba preparada.
Miré de reojo a Momo que también estaba en la estantería
pero no me llamó.
Así fueron pasando los años. Muchos años. Y yo gran lectora,
sin leer nada de Michael Ende.
En diciembre de 2014 terminé mi libro de En la Calle Mayor y
busqué varios lectores beta. Dos de ellos me dijeron que la librería de la
Calle mayor les recordaba mucho a la librería de la Historia interminable y que
en el libro se respiraba el ambiente de Ende. Tuve que reconocer mi total
desconocimiento. Por supuesto me puse con la lectura de la obra del autor alemán y no solo me encantó, sino que
entendí lo que habían querido decir mis lectores beta.
Ahora puede sonar raro decir que descubrí a Ende después de
escribir En la Calle Mayor.
Pero es así.
Otra cosa es que Ende es uno de los grandes, de los maestros
y que yo soy un recién nacida, pequeñita y desconocida, a la que le queda todo
por aprender.
Me siento halagada con la comparación, pero desde luego yo no me siento a su altura.
Toca seguir escribiendo para aprender y mejorar.
Me siento halagada con la comparación, pero desde luego yo no me siento a su altura.
Toca seguir escribiendo para aprender y mejorar.
Y esa famosa librería de En la Calle Mayor, es en realidad una librería que yo conocí en Paris. Estaba muy cerquita de donde yo vivía en aquellos años de universidad. Solo entré una vez, buscando una postal. Olía a gato, había muchos gatos. Había también una viejecita salida de un libro, encorvada. En mi libro necesitaba una librería y me vino la imagen de esa librería que hoy ya no existe. Me he tomado la libertad de moverla unos kilómetros y ubicarla en la Calle Mayor, en una antigua tienda de decoración.
Luego me han contado que hace años vivía una persona con
muchos gatos…!Qué bien te has documentado!
Casualidades, causalidades de la vida.
Hasta pronto
Vir