La tertulia tenía lugar en el Hotel Obispo, ubicado en la Plaza del Obispo, muy cercana a la Calle Mayor de Hondarribia.



Y fue el motivo que nos trasladaran a una sala más espaciosa, que también terminó llena.
Rodeada de amigos y familiares, de escritores (gracias Román, Noe, Eneko, Reyes, Luis, Fer) y de muchos lectores (gracias Ana por acompañarme) que no conocía en persona, pasamos más de una hora charlando sobre el libro.
Fue uno de esos momentos que tardará en borrarse de mi mente.
Uno de esos recuerdos que perdurá. Creo que mi cara lo decía todo.
Fue uno de esos momentos que tardará en borrarse de mi mente.
Uno de esos recuerdos que perdurá. Creo que mi cara lo decía todo.
Desde estas líneas, mi agradecimiento:
*al Hotel Obispo, a todo el equipo en general y es particular a Vittor, su gerente que me lo facilitó todo desde el primero momento
*a todas las personas que se acercaron para compartir ese momento conmigo, gracias por su tiempo, gracias por sus palabras, por su cariño y por su participación. Incluso gracias por su silencio, por su escucha atenta, por su sonrisa.
*a todas aquellas que hubiesen querido estar pero por motivos dispares no pudieron asistir pero me avisaron: gracias Ana, Maribel, Yobana, Mertxe, Itzi, Laura, Vir. Gracias Ama, porque tú sí que estabas muy cerca...
GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS.
Hasta muy pronto.
*al Hotel Obispo, a todo el equipo en general y es particular a Vittor, su gerente que me lo facilitó todo desde el primero momento
*a todas las personas que se acercaron para compartir ese momento conmigo, gracias por su tiempo, gracias por sus palabras, por su cariño y por su participación. Incluso gracias por su silencio, por su escucha atenta, por su sonrisa.
*a todas aquellas que hubiesen querido estar pero por motivos dispares no pudieron asistir pero me avisaron: gracias Ana, Maribel, Yobana, Mertxe, Itzi, Laura, Vir. Gracias Ama, porque tú sí que estabas muy cerca...
GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS.
Hasta muy pronto.